Llegaron tan de prisa, con tanta suavidad,
Que la luna reflejada en el mar, juega a las escondidas con las olas,
Gritará tu nombre en un suave suspiro,
Ya no se vivir sin tu compañía amigo,
Te voy a extrañar,
Vuelvo a caer en soledad…
Como explicarte que tu dolor me aqueja,
Me invade la agonía y la impotencia de no poder estar cerca,
Para darte una mano.
Desde lejos y en silencio sufro el contratiempo,
La penumbra de esta noche, hace volar mi imaginación para que los dos volemos,
Disfrutando tu libertad.
Falta tan poco para ésto, para que tus sueños se hagan realidad,
en abrazos de laureles acunándote en la libertad.
Mucha suerte y gracias por el tiempo que compartimos.
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