domingo, 31 de enero de 2010

ANGELICA ALEGRE NORZA



hola Jorge,
Este es el poema que te decía, espero que te guste, un abrazo,
Angélica
I


Soy una mujer como cualquier otra
que una vez amo sin pedir nada a cambio
y el amor se fue envuelto en silencio y rosas,
en una canción triste y en olor a incienso y madera


El era un hombre mortal
y yo su prisionera,
pero un día su mortalidad
abrió mis rejas
y se fue cruzando mis sueños
se fue, durmiendo mi vida
y solo quedó la memoria de un gran sueño
Un sueño…
Sueño…
entonces murió la letra y la poesía


II


Ahora tú le has dado a mis labios
un único nombre para pronunciar
el tuyo
y lo pronuncio en silencio
sólo en silencio


Te haz convertido en la fuerza
que impulsa mis latidos,
acabas de registrar tu nombre
como el mejor de los recuerdos
en el libro de mi mente
para siempre,
ahora tu
me haz devuelto la magia
de la poesía y la letra


Te convertiste en el tren que arrastra
el vagón de mis sueños
capturándolos en cada noche


Pero ahora la noche ya no nos pertenece
más será la luz la que nos cobije a oscuras
para amarte…
para envolvernos en carne y fuego
y darnos todo sólo en momentos


III


El tren de tu cuerpo ha partido
y ha hecho una parada en mi estación
saqué tarde mi boleto de ruta
y sólo me queda esperar al retorno del vagón
hubiera querido ser tu estación final
pero los trenes no se anclan
continúan su viaje
y mi boleto seguirá esperando
la siguiente parada


Y si un día el tren no regresa más
y vez correr una lágrima en mi rostro
bésala y sigue tu ruta
sin dar marcha atrás
y al descolgar mi vagón
ánclalo en el mar
para que lo lloren las gaviotas
que yo seré feliz sabiendo que tú también lo eres
y entonces…
yo seré el poema que escriben las gaviotas
debajo de las olas
y tu nombre se inscribirá en mi memoria
con la palabra amor

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