El Anuncio
¿Dónde estás?,
que te han anunciado.
¿Dónde andas?,
que ya te huelo.
¿Dónde vas?,
que no te encuentro.
El encuentro se hará de rogar,
al menos lo necesario.
Mientras...
caminos, senderos...
distintos tal vez.
Quizás paralelos, divergentes.
Quien sabe si cruzados por la distancia, o el tiempo en un mismo espacio.
Tal vez en zig zag,
sin rumbo fijo,
hasta parar en el lecho,
cansado de ir,
y volver.
Harto de subir y bajar.
Tal vez desesperado,
desorientado.
ido, en un lugar del deseo inalcanzable.
No lo sé.
Y eso me corroe.
La paz se tiñe de desconcierto,
la furia por verte me espanta el brío,
el pensamiento.
La fuerza se desnuda sin maña,
sin momento.
¿Dónde estás?,
que no te veo.
¿Dónde andas?,
que no te llego.
¿Dónde vas?
que no te alcanzo.
¿Dónde posas tu mirada y tu aliento?
Que para ponerme a tu alcance,
soy algo lento.
Te quiero imaginar...
bello..
Dulce y tierno. Radiante.
Tierra de aguas que colma la pasión.
Sudor que barre el desatino.
Anhelo que combate la sed.
Quisiera verte aunque tuviese que esperar,
aunque el viento tornara el espacio en infinito.
Te espero.
Y lo hago con la calma que torna, tras la tempestad,
con la risa del bebe,
del nene pequeño.
Espero y te espero,
espérame tu también.
Quisiera verte,
te busco en cada esquina,
en cada oficina,
en cada mirada que se cruza.
Pero no te hallo.
miro en los espejos,
en los semáforos,
en las aceras,
y en las escaleras.
Y sigo sin verte.
¡Si tan siquiera pudiera olerte!
Espérame, que desespero por verte.
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