Que el camino salga a tu encuentro. Que el viento siempre
esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos... Y hasta que nos
volvamos a encontrar, que Dios te sostenga suavemente en la palma de su mano.
Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que siempre
quieras vivir plenamente.
Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron,
pero nunca olvides recordar aquellas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos,
pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron fieles.
Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron, pero
nunca olvides recordar las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día
más feliz de tu pasado...
Que nunca caiga el techo encima de ti y que los amigos
reunidos debajo de él nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un anochecer frío,
una luna llena en una noche oscura y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte.
Que el Señor te guarde en su mano y no apriete mucho su
puño.
Que tus vecinos te respeten, los problemas te abandonen, los
ángeles te protejan y el cielo te cobije. Que tus bolsillos estén pesados y tu
corazón ligero.
Que la buena suerte te persiga, que cada día y cada noche
tengas muros contra el viento, un techo para la lluvia, bebidas junto al fuego,
risas para que te consuelen aquellos a quienes amas, y que se colme tu corazón
con todo lo que deseas. Que Dios esté contigo y te bendiga, que veas a los hijos
de tus hijos, que el infortunio te sea breve y te deje rico en bendiciones. Que
no conozcas nada más que la felicidad, desde este día en adelante, que Dios te
conceda muchos años de vida, de seguro....Él sabe que la Tierra no tiene
suficientes ángeles.
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